

Tener un seguro no solo significa cuidar tu patrimonio, tu salud o tu familia, sino también planear con responsabilidad para el futuro. Es un respaldo que te ayuda a enfrentar imprevistos como accidentes, enfermedades, daños materiales o incluso garantizar la estabilidad económica de tus seres queridos.
En México, menos del 25% de la población cuenta con algún tipo de seguro, según datos de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF). Esto significa que la mayoría de las personas enfrentan emergencias sin una protección financiera, lo que puede generar deudas o pérdida de patrimonio.

